Hace 9 años
viernes, 27 de julio de 2012
viernes, 20 de julio de 2012
Los efectos del alcohol sobre el cuerpo son numerosos y diversos. El alcohol, específicamente el etanol, es una potente droga psicoactiva con un número elevado de efectos secundarios que puede afectar de manera grave a nuestro organismo. La cantidad y las circunstancias del consumo juegan un rol importante al determinar la duración de la intoxicación. Por ejemplo, al consumir alcohol después de una gran comida es menos probable que se produzcan signos visibles deintoxicación que con el estómago vacío. La hidratación también juega un rol importante, especialmente al determinar la duración de las resacas.
Mecanismo de acción: El alcohol tiene un efecto bifásico sobre el cuerpo, lo cual quiere decir que sus efectos cambian con el tiempo. Inicialmente, produce sensaciones de relajación y alegría, pero el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas de coordinación. Las membranas celulares son altamente permeables al alcohol, así que una vez que el alcohol está en el torrente sanguíneo, se puede esparcir en casi todos los tejidos del cuerpo. Tras el consumo excesivo puede aparecer la inconsciencia, y niveles extremos de consumo pueden llevar a un envenenamiento por alcohol y a la muerte (una concentración en la sangre de 0.55% (aprox. 5 gramos de alcohol por litro de sangre) podría matar a la mitad de los afectados por parada cardiorespiratoria tras afectación bulbar). La muerte puede también ser causada por asfixia si el vómito, un resultado frecuente de la ingesta excesiva, obstruye la tráquea y el individuo está demasiado ebrio para responder. Una respuesta apropiada de primeros auxilios a una persona inconsciente y ebria es ponerla en posición de recuperación. Cuando el alcohol llega a la sangre (entre 30 y 90 minutos después de ser ingerido) se produce una disminución de los azúcares presentes en la circulación sanguínea, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico. Lo anterior es debido a que el alcohol acelera la transformación de glucógeno (una sustancia que se encarga de almacenar el azúcar en el hígado) en glucosa y ésta se elimina de forma más rápida.Otra acción del alcohol es que inhibe a la vasopresina, una hormona sintetizada por el hipotálamo y luego liberada por la neurohipófisis. Esta hormona es la responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando al riñón que reabsorba agua de la orina. Si la función de la vasopresina falla el riñón empieza a eliminar más agua de la que ingiere y provoca que el organismo busque el agua en otros órganos. Esto provoca que las meninges (membranas que cubren el cerebro) pierdan agua y por tanto aparezca el dolor de cabeza. El alcohol disminuye los niveles de vitamina B1 del organismo.
La prensa se ha hecho hoy eco de un estudio que afirma que con trece años se comienza a consumir alcohol, y que los botellones es el entretenimiento preferido por muchos jóvenes en nuestro país. Este hecho nos ha parecido alarmante, y por ello en Vitónica queremos alertar sobre los peligros de hacer de la borrachera y el exceso de alcohol una norma semanal, ya que se trata de la droga más consumida que genera en nuestro cuerpo una serie de daños irreparables.
El alcohol, como toda droga, genera dependencia en aquellos individuos que lo consumen. A pesar de que la mayoría de nosotros lo utiliza como herramienta de diversión y no convive salir de fiesta sin consumir alcohol. Como todo en nuestra vida, tener un límite es fundamental a la hora de consumir alcohol. No se trata solo de un riesgo para nuestra línea, ya que ya hemos visto que el alcohol nos aporta altas cantidades de calorías que acumulamos en forma de grasa, sino que además un exceso continuado del mismo desencadenará en nuestro organismo una serie de efectos nocivos.
Cuando ingerimos alcohol nuestro cuerpo recibe cantidades elevadas de etanol derivadas del alcohol. Esta sustancia es la que hace que poco a poco adquiramos una dependencia, ya que nuestro cuerpo experimenta una sensación de frenesí y falsa euforia que tiene un efecto de subida y bajada, ya que después de sentirnos alegres suelen venir periodos de depresión, ya que el alcohol y las sustancias que libera en el organismo afectan directamente a nuestro cerebro causando diferentes trastornos que terminan en problemas psicológicos, además de la propia dependencia que a medida que pasa el tiempo se va acrecentando.
A nivel físico los efectos del exceso de alcohol son demoledores. En primer lugar debemos tener en cuenta que el alcohol se procesa a través del hígado, que se ve afectado y con el paso del tiempo puede dar lugar a enfermedades hepáticas. El alcohol aumenta los niveles de triglicéridos y por lo tanto empeora la circulación sanguínea, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Nuestros sentidos se ven afectados enormemente, ya que altera el control de nuestro cuerpo y el equilibrio. El aumento de la masa grasa es elevado, y con él la disminución de la masa ósea y la fragilidad de nuestro esqueleto, pudiendo lesionarnos con más facilidad.
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